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La Obesidad

Se obeso es tener un amorío culposo y escandaloso con la comida, la deseas pero hacerlo a la vista de todos está mal

Vivir en obesidad es estar apretado entre complejos, miedos, máscaras y mucha culpa; cada kilo un demonio

Ser obeso es estar encarcelado en el propio cuerpo, definitivamente también se lidia con el estigma de ser un «criminal»

En obesidad la comida es la fantasía, la realidad y también la pesadilla

Quien come compulsivamente sufre 3 o más veces al día en cada comida, en las demás horas sufre las consecuencias de lo ingerido

Comer para un obeso es el encuentro de entre sus deseos y sus culpas

Vivir en obesidad es el recordatorio constante de lo equivocadas de algunas decisiones

Es más fácil hacer relación directa e «íntima» con el dinero y la comida que hacerlo con la gente y sus cosas.

Vivir en obesidad es llevar la enfermedad en el cuerpo y encontrar «médicos» y sus recomendaciones por doquier

La realidad es que a la gente le molesta la obesidad, les desagrada en ocasiones hasta les estorba, poco importa la salud

Quien obeso lucha con su enfermedad es mentira que se interesa por su salud; primero el autoestima duele más y es la más golpeada

Mientras el obeso se pierde en la búsqueda de su felicidad, el cuerpo almacena daños y el placer suaviza el dolor

Quien vive en obesidad juzga de injustos y crueles. A veces cuando ni siquiera se le señala. Una valla publicitaria basta para activar el complejo

El obeso está enfadado s i e m p r e… Alguien puede culparlo? Vivir atascado no es está fácil

En una sociedad donde ser «simétrico» (léase bello) es una obligación premiada y celebrada, la obesidad es la indolencia más señalada

La sociedad en su fiel labor de tildar y la obesidad en su leal tarea de resistirse, se destrozan la una a la otra

Es cuestión de percepción no? Depende de cómo quieras ver tu obesidad… Me mata menos, me mata más. Siempre se halla una manera de disimular

El obeso tiene una batalla perdida con el delgado, este siempre encuentra más pruebas para demostrar que es más feliz o que esta mejor

A nadie le gusta decir en voz alta que se siente desagradado con un obeso, menos al que lo es. Políticamente incorrecto decir una verdad cruel

La obesidad es una cara de esta nuestra gran sociedad que está rota y no sólo por estrías

La obesidad es un karma, que frente a cada comida se reafirma frente a quien la sufre… Le deja ver sus sombras en cada placentero bocado

Vivir en obesidad no es práctico, no es sano, no es barato, no es chévere… Sin embargo siempre podrás encontrar quien lo defienda

Por qué no acordar en que no nos gusta la obesidad? Ah! Ya! Si, si ya porque entonces tocaría acabar con ella. Y hoy tampoco es lunes, como para comenzar…

Mientras el obeso se resiste a aceptar que todo lo que le señalan es correcto, el tiempo pasa, la conformidad se instala y la comida manda

Quieres rebajar? Quieres vivir? Vale, por estética, por salud, por amor, tómate de la razón que sea ya encontrarás la consciencia en el camino

Realmente que importa si vas a quedar bella o si levantaras? Todos sabemos que lo importante es callarle la boca a todos los que señalaron

Y que descaro el del delgado que luego que señalo la obesidad, se congratula por verte flac@, él tenía razón en lo que te dijo

Es que a la obesidad y su orgullosa moral, no se le gana una. Al menos al final te queda un cuerpo menos pesado y par de décadas más de vida

Luchar con la obesidad es una batalla del ego, no quiere aceptar que está enfermo pero a la vez se deteriora y sufre por la enfermedad

El obeso cree que lucha con los kilos… Por eso es que no rebaja, no ve aún el problema

La obesidad es como un muchachito déspota… A la más mínima señal de razón o ley, se revela con rabia y miedo

Es interesante como la imagen que proyectan algunas enfermedades se relaciona a  la personalidad de quienes las cargan.

Mientras un cáncer es razón de admiración, la obesidad es razón de pena…

Para el obeso su lenguaje es la comida, por ella vive y también muere, con ella habla y también hiere. Con ella ama y también pierde

Algunos no saben más amor que dar, que ofreciendo alimentó, usualmente estos son obesos

Algunos no saben cómo acabar con sus tormentos, intentan anular con alimento… Estos suelen ser obesos

Sujeto+culpa+placer = Un obeso

Después de más de 100 casos de obesidad mórbida, sé que un obeso lucha con la culpa de querer hacer algo que «no debe» por eso se inhabilita

Cuando se lleva tanto tiempo siendo obeso… Son más las razones para seguirlo siendo que para dejar de serlo

Ser obeso es luchar con tu culpa y ponerle máscara de sociedad

La enfermedad es casi tan intrincada como los conflictos del sujeto que la sufre… Así es la obesidad

Sexualidad+placer+culpa+sujeto= un obeso

Toda enfermedad tiene un lado perverso que la constituye, el de la obesidad es dar, manipular, quitar y dañar usando el disfraz de alimentar

El sujeto obeso se apega a su enfermedad, esta lo protege de vivir, le justifica el miedo de hacerlo y lo libera de responsabilidad

Definitivamente la obesidad es toda una joya entre las enfermedades… curable, sin embargo todo un demonio que huye de exorcismos

Como lo descubrí en consulta, la obesidad es una cara dura y pesada en más de un sentido y detrás un sujeto en conflicto eterno con su cinismo

Mordaz el obeso está preso de su oralidad, es su necesidad y su perdición.

 

 

 

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A pedazos

Hay muchas situaciones en el diario, en los meses, en los años, que a más de uno han destrozado y dejado perdido en partes.

El ritmo natural de las cosas, por lento que a veces nos parezca, todos sabemos que no lo es; quedar atropellado por este no es sorpresa.

Las situaciones, sus demandas pero sobre todo la gente nos confrontan con tantas verdades que quedar en shock hasta sano resulta.

No es casualidad que hecho pedazos caminemos las calles de esta vida, los impactos son tantos y estamos tan desprevenidos ante ellos.

Andar en pedazos por ahí se hace un arte, unos se cargan en una bolsa, otros se cosen, otros se grapan, otros simplemente se deshacen.

Romperse es fácil; tolerar, hacerse el fuerte, aguantar ante los golpes de la vida… Duro y traumatizante.

Hacerse pedazo y continuar se practica todos los días, no todos lo logran muy bien; los que no, andan remendados, los que sí, se transformaron.

El reto no es aguantarse para no desmoronarse, el reto es desmoronarse y recoger del piso lo que aún sirve y llorar el duelo de lo que no.

Más de uno camina por ahí hecho una locura, remendado, compuesto… Y está quien camina mejor que antes, mejor que nunca; el transformado.

Ese que se ha transformado, también en un principio estuvo roto, pero hoy hay paz en él, la que da cuando se pierde la piel y vuelve a crecer.

El que roto se transforma, conoce hasta sus sombras, roto tuvo que convivir con ellas.

El que roto se transforma, por un segundo olvido sus luces, pero desde la sombra las vio brillar como nunca.

El que roto se transforma, algo innombrable perdió, no sabe ni que fue, pero hoy siente que no hacía falta, más bien estorbaba.

El que roto se transforma, ve su niñez en su mano con nostalgia y ternura, pero sobre todo con pena y un poco de lastima, le dice adiós.

El que roto se transforma, no contempla su adultez, ni su nueva hallada sabiduría o certeza; solo sigue adelante con las expectativas muertas.

El que roto se transforma, camina casi sin corazón, sabe que eso es una idea que ya se desvaneció, con las expectativas muertas anda.

El que roto se transforma, camina ligero, casi indiferente, lejano. No está, sólo anda y tranquilamente vive.

El que roto se transforma, ya no es quien solía ser y ya no le da importancia a quien será. Sólo es.

El que roto se transforma tiene una paz que no se compara con ninguna otra, Una paz que nació de la última lágrima que sus ojos lloraron en el momento más duro.

El que roto se transforma, sabe con una impresionante certeza quién es, se conoce las costuras, ya hechas cicatrices.

El que roto se transforma sabe que de lo bueno cualquiera, de lo malo pocas cosas y casi todas únicas.

El que roto se transforma ya no llora por cualquier cosa, el que roto se transforma ya casi no puede llorar, no lo consigue hacer.

El que roto se transforma, ya no anhela, ya no sueña, ya no espera; pleno y triste a la vez, toma lo que la vida ofrece y vaya que es mucho.

El que roto se transforma ya nada lo toca, al menos no fácilmente; lo que sí, a penas lo acaricia. Ya no siente profundo, ahora siente siempre.

El que roto se transforma, recobra a su ser, con sereno amor y parsimoniosa paz anda.

El que roto se transforma agradece cada día los cambios en su ser, respeta el dolor que lo quebró y admira en quien se convirtió.

El que roto se transforma reconoce las jerarquías, los sistemas y protocolos. No funciona con ellos pero ya no tiene ganas de romperlos.

El que roto se transforma… Anda sin mayor problema, logra sin mayor ansiedad, siente sin mayor drama, es sin mayor esfuerzo.

El que roto se transforma, es consciente de lo esencial y necesario de su soledad, no se la deja violar ni siquiera por el mismo.

El que sólo se transforma, espera por ese alguien que transformado también camine junto a él, sin querer mezclar las soledades.

El que roto se transforma, quiere compartir sus silencios, ser indiferente juntos, que con apreciarse el uno al otro basté

El que hecho pedazos se transformó para siempre, siempre guarda el recuerdo de quien fue, para nunca más volverlo a ser.

El que hecho pedazos se transformó para siempre, siempre guarda el recuerdo de quien fue, para nunca más volverlo a ser.

El que hecho pedazos se transforma, sabe quién es, tiene una certeza como ninguna otra… La certeza de saber quien fue.