Blog, Crecimiento, Psicología

Vivir en la sombra del pasado

Hay quienes se definen como una sombra de su pasado, nada más penoso que eso.

Si te describes por lo que hiciste, cuándo fallaste, lo que no lograste o qué perdiste; estas dejando claro que estas a la sombra de un pasado perenne

Por supuesto que un pasado siempre servirá para saberse uno mismo, pero no para construirse o presentarse

Uno no es lo que perdió, sufrió o dejo; uno es lo que arriesgó, entregó y regaló

Si te abandonaron, impresionaste tanto que decidieron huir.

Si te dejaron, te demostraron lo que te merecías y además que no lo estabas recibiendo.

Si lloraste, es porque algo bueno sentías y lo viste perdido.

Si odiaste, es porque encontraste tus propios límites y rechazaste rotundamente que quisieran derrumbarlos.

Si de ti se burlaron, te mostraron tu ingenuidad y lo vulnerable que te hacía.

Si renunciaron a ti, te confrontaron con tus faltas y la necesidad de que lidies con ellas, sin exponer a otros a estas.

No somos el pasado, lo fuimos, es cierto; pero ya no lo seremos

Cuando vives a la sombra de tu pasado, no te das, ni le das a nadie la oportunidad de conocerte diferente, te truncas esa posibilidad.

Para una persona que vive a la sombra de su pasado, a quienes conoció son una mala referencia y los que no conoce pronto se convertirán en una.

Para quien vive a la sombra de su pasado, la vida es un constante atentado a repetir desilusiones y fracasos.

Para quien vive a la sombra de su pasado, la vida ya se conoce y de esta se desea solo repetir los buenos recuerdos (suerte con eso).

El que vive a la sombra de su pasado está condenado a un ensayo y error, no aprende nada nuevo, sólo pule su conocimiento del error y del ensayo

El que vive a la sombra de su pasado poco chance se permitirá de cambiar, transformarse o descubrirse. Se condena a ser siempre el mismo.

Para el que vive a la sombra de su pasado, su mayor tristeza será no poder lograr lo que una primera vez falló.

Quien vive a la sombra de su pasado esta tan inmerso en su primera experiencia que no se da cuenta que es sólo eso UNA experiencia.

Quien vive a la sombra de su pasado se estanca en la compulsiva y triste repetición de sus ya conocidas glorias y peor sus ya sufridas pérdidas.

Es bien sabido que mal vive quien no lo hace, no quien lo hace mal. El que vive a la sombra de su pasado lo hizo mal una vez y se quedo corrigiendo.

Mis condolencias a quien vive a la sombra de su pasado, están en doble duelo; lo q fue y no resultó y lo que podría ser y no será.

Si vives a la sombra de tu pasado, créeme por significativo que este haya sido, nunca será mejor que la oportunidad hoy de renovarlo.

Si te violentaron, te demostró el poco amor que te tenías y que otros lo percibían hasta más que tú.

Si te usaron, te enseñaron que vivías a merced de otros y peor si esperabas que estos pensarán en ti.

Cualquier pena vivida en el pasado es el testimonio de que todo lo que debías aprender y de cómo no saberlo limitaba tu vida.

Si vas a definirte por tu pasado, hazlo por lo que te dejo; no por lo que te tuvo que quitar para que te quedara lo que tienes hoy.

Un pasado es un expediente que esta para mostrar lo que sabes, no cuanto te llevo aprenderlo.

Cuando hablas desde la sombra de tu pasado, dejas ver tu real miedo a volverlo a intentar.

Hablar escondido en la sombra del pasado es justificar tu renuncia al futuro.

Para vivir hoy, no se requiere tener tatuado el ayer en la piel, en el corazón tal ves.

Lo mejor que puedes hacer con tu pasado, es dejarlo ir. Si sirvió de algo se notará en cada paso que des hacia el futuro.

Si vas a vivir a la sombra de tu pasado, no veas el futuro con lástima o falsa nostalgia; tú mismo has decidido despedirlo.

Si realmente deseas salir de la sombra de tu pasado. Comienza por admitir una cosa: te sientes seguro estando allí.

Si quieres salir de la sombra de tu pasado, empieza por admitir que en algún momento duro de tu vida decidiste quedarte allí.

Si realmente desea salir de la sombra de tu pasado, comienza por admitir que tienes miedo a terminar haciéndolo aún peor.

Si realmente quieres salir de la sombra de tu pasado comienza por admitir que no quieres salir.